lunes, 22 de agosto de 2011

Vacaciones siendo tres...

Me perdonen, pero es que he estado de vacaciones. Nuestras primeras vacaciones siendo tres. Antes del verano andaba algo agobiada pensando en qué íbamos a poder hacer en vacaciones y cómo nos las íbamos a apañar.Tampoco es que seamos de los de turismo de aventura o cosas así, pero sí que somos de los de elegir un destino, nacional o internacional, y no dejarnos ni una sola piedra por visitar.

La cosa estaba clara. Ya os expliqué mi profundo odio al calor, por lo que éste año buscábamos un sitio que cumpliera varios requisitos:
  • Poder ir en coche.
  • Que no quedara a más de tres horas de Madrid.
  • Que fuera un sitio "fresco"... todo lo fresco que puede ser un sitio en España en agosto...
  • Que no lo conociéramos.
Así que sacamos el compás, tiramos para el norte y nos decidimos por Sanabria.

Yo estaba realmente saturada de ciudad, de Madrid, de ruido, de CALOR, de coches, del maldito parque de Madrid Río, que me lo tengo ya muy visto... y tenía ganas de cambiar de aires. Y a Sanabria nos fuimos cuatro días al comenzar las vacaciones.





Nos alojamos en el Parador de Puebla de Sanabria, la peque se adaptó perfectamente al cambio de escenario, miraba todo muy curiosa, no dió un tormento, no extrañó su cuna y le encantó poder tumbarse en el jardín con los árboles y las fuentes... y el fresquito y el silencio...


Hicimos mucho turismo, por Puebla de Sanabria con carrito y mochila (que digan lo que digan, da un calor tremendo y Alejandra acabó sudando como un pollo), y por la zona fuimos rodeando el Lago de Sanabria y parando en algunos pueblos y playas, San Martín de Castañeda (con su Monasterio cisterciense), la Laguna de los Peces, la Ermita de Nuestra Sra. de la Alcobilla (con sus castaños milenarios)...

También llevamos a Alejandra al extranjero. Cruzamos a Portugal y fuimos a ver Bragança (con su castillo fortaleza) y otros pueblos.

Hay que dar las gracias a los trabajadores de las oficias de turismo de la zona porque se preocupaban en recomendarte sitios y recorridos que hacer que fueran "aptos para carritos".


Algunas de las playas del lago tienen accesos para sillas de ruedas y carritos, por lo que puedes acercarte al agua sin problemas.


Los Monasterios tienen una gran sonoridad... los "gorgoritos" suenan de miedo... pero aun así le gustó ver el Monasterio y allí nos recomendaron subir a la Laguna de los Peces...


No hicimos ninguna de las rutas de senderismo, pero la Laguna de los Peces tiene un camino para ir andando de 1 km que también es apto para sillas y se da uno un paseo la mar de agradable, con sol, pero no llegábamos a los 20º C.


Aquí daba gusto tomarse el biberón...


La Ermita de Ntra. Sra. de la Alcobilla, que está rodeada de impresionantes castaños con troncos de inabarcable perímetro... ¡y no había nadie!


La fortaleza de Bragança... cuando la hagan para Lego me la pido :-)

Cuatro días intensos. Y eso que yo pensaba que no íbamos a poder hacer gran cosa.

Investigando días antes del viaje sobre "logística para peques" la verdad es que lo pintaban todo un poco complicado. No sé, lo mismo va a ser verdad que mi niña es la más buena del mundo mundial :-)

El caso es que al margen de seguir su ritmo de comer (en mi caso llevar agua y leche para el biberón) y sus pañales, lo cierto es que viajar con hija no ha sido tan diferente a como viajábamos antes.

Alejandra por ahora no es una "niña de alta demanda"... que es como llaman ahora a los niños pesaos... le gusta ir y venir, el jaleo, que vayamos contándole cosas (yo le voy contando todo lo que hay y todo lo que ve... que algo queda), que juguemos con ella... y de vez en cuando que la dejemos un poco en paz cuando está saturada y quiere echarse su siestecilla. Y cuando llega la hora de dormir cae KO allá donde esté...

Así que estamos animados a viajar más los tres :-) Hay que ir acostumbrándose a los cambios y darle vidilla...

El resto de las vacaciones han sido en el pueblo... viendo crecer el olivo que plantamos, haciendo vida familiar, vida campestre, algo de deporte y mucha desconexión...

Pero ya estoy de vuelta, poniéndome al día.