sábado, 18 de enero de 2014

It's the final countdown (ninonino)

Llevo unos días de sentimientos encontrados. Ya sé que es normal porque en realidad ya me pasó con la peque. A ratos me encuentro fatal, no sé cómo ponerme, me mata la acidez, no digiero lo que como, siento que no puedo respirar, ni sentarme, ni tumbarme, ni estar de pie... estoy pidiendo la hora... y al segundo me toco la barriga y viene Alejandra y le hace "toc, toc... Elías, sal ya..." y sé que voy a echar de menos todo esto.


Ahora ya está todo (casi todo) preparado. Los últimos días han sido un poco locos porque con el primero lo preparas todo 3 meses antes y con el segundo hasta que no te pasas una noche de contracciones no te entran las prisas, pero así somos ;-)

Maleta hecha, síndrome del nido a tope (hay días en que pongo 3 lavadoras y hago limpieza tirando cosas que pensé que guardaría toda la vida), últimas compras hechas (cambiador nuevo, patín para el carrito, algún pijamita de estreno...doy las gracias a Internet en éste punto porque la vida es mucho más fácil y barata cuando puedes comparar precios y tiendas estando en pijama). También los nervios y preocupaciones del último momento... ¿saldrá todo bien?... Me siento como el 5 de enero esperando a los Reyes Magos.

Pero por otro lado, por mal que me encuentre, no puedo evitar pensar que es probable que nunca más en mi vida vuelva a estar embarazada. Que no volveré a sentir los movimientos del peque dentro de mi barriga, que acabaré olvidándome de las náuseas y la acidez de las últimas 35 semanas según le vea la cara el día que nazca... y que soy muy afortunada por haber cumplido el sueño de tener hijos, por partida doble sabiendo, como sé, lo difícil que es para muchos lograrlo.

Así que aquí estoy... a una semana de salir de cuentas, tratando de disfrutar de mi panza, soportando los "¿Todavía estás así?", haciéndome fotos, hablando mucho con Alejandra para que esté lo más preparada que yo pueda para el cambio y esperando que todo salga bien. Pero será cuando tenga que ser...

Elías, tómate tu tiempo y cuando estés preparado, sal rapidito y sin complicaciones ¿vale? ;-)

miércoles, 15 de enero de 2014

Señoras que... (IV)

Lo de mi barrio es como un pequeño pueblo. Si le añadimos que mi peque entabla conversación con todo el que se cruza, lo cierto es que ha convertido cada salida a la calle en una tertulia continua. Que no es que yo antes fuera una insociable, pero es que ahora, ya os he contado en varias ocasiones, la gente me habla por la calle, en la cola del Mercadona o en donde pille y me dejan a cuadros.

Los últimos meses todas las conversaciones se centran en mi panza y el hermanito... y no quiero dejar pasar la oportunidad de compartir con todos mis reflexiones sociológicas del asunto.

Como la barriga empezó a crecer en vacaciones de verano y yo entonces estaba en plena operación #ponunpuebloentuvida para que me cuidara la Abuela 2.0 (mientras yo me arrastraba por los rincones), al volver a Madrid me tuve que enfrentar a varias vecinas piadosas que compartieron conmigo sus mejores pensamientos...

-"Niña, ¿tú estás gorda, no?"...
A lo que yo respondía con mi mejor sonrisa y decía "Siempre he tenido un cuerpo escultural, no sé por qué lo preguntas... a lo mejor es que estoy embarazada de 24 semanas"... Hasta que tuve que decirle a una... "Lo mío se me pasa en enero, cuando nazca el bebé"... Imagino que ellas se encargaron de escribir una circular y echarla al resto de buzones, luego ya nadie me preguntó... eso o ya era evidente ;-)

Luego está la cuestión del sexo del bebé. Nada más enterarse preguntan todos ¿Y qué traes?... como si fuera un paquete de Amazon que trajera el señor de Seur. Y cuando les decía que era niño me echaba a temblar...

-¡Qué bien, la parejita! (Señora, 2 niñas también son una pareja de hijos...)
-¡Qué bien, qué suerte, lo estaríais buscando! (Señora, que no se puede elegir y si me salía niña tampoco la podía devolver...)
-¡Qué bien, así ya os plantáis! (Señora, no sabía que estuviera usted tan preocupada por la subida del índice de natalidad... mire que si yo no tengo hijos no sé quién va a pagar su pensión...)

También he tenido reacciones que me han dejado trastornada.
Primero vino el comentario de...
-Ya verás... las niñas son para los padres y los niños para las madres. (Como si yo no quisiera a mi niña, vamos...)
Pero mención especial a una vecina mayor que me suelta en el portal... "Qué suerte que al menos has tenido una hija que te va a cuidar cuando seas vieja, porque los hijos ya verás que son unos desagradecidos"... (Momento "Como agua para chocolate"... ).

Los menos viejos del lugar también se atreven a preguntarme si me voy a cambiar de coche o de casa... (¿Estamos locos o qué?).

Y lo peor es ahora... que a punto de que nazca voy por la calle deseando no ver a nadie porque TODOS me preguntan... ¿Pero todavía estás así?...

Sí, señoras... que los hijos son como Gandalf... que nacen cuando tienen que nacer... (pero cualquiera les explica quién es Gandalf... ¡uf!).

Paciencia...

domingo, 5 de enero de 2014

Queridos Reyes Magos...

Ya os he contado unas cuantas veces que el 5 de enero es un día especial para mí. No sólo es la Noche de Reyes sino que hoy el Abuelo Juan hubiera cumplido 73 años y seguimos celebrándolo en su honor juntándonos todos los que podemos y tomando roscón.

Éste año además, la Abuela se ha animado a poner el belén grande en su casa, ese que llevábamos sin poner desde los tiempos del Abuelo Juan.


Así que está todo preparado. Tenemos el roscón casero a punto de meterlo en el horno, los zapatos limpios para ponerlos debajo del árbol, Los Reyes se están acercando ya al portal y hemos sido buenos todo el año... sólo nos falta escribir la carta y dejar ésta noche un tentempié para SS.MM. y agua para los camellos.

Queridos Reyes Magos,
El año pasado me atreví a soñar y a pediros más y fuisteis tan buenos conmigo que me lo concedisteis. Ahora estoy a punto de recibir mi regalo aumentando la familia con la inminente llegada de Elías. 

Éste año voy a volver a permitirme el lujo de pedir, porque ya me habéis demostrado que sois Magos.

Para éste año quiero pediros que me ayudéis a encontrar la forma de no perder de vista lo importante, que mis peques crezcan sanos y felices y que sepamos manejar con soltura y buen humor los cambios que se nos avecinan como padres por duplicado. Y que sigamos pudiendo encontrar el tiempo necesario para no dejar de hacer todo lo que nos gusta, además de ser padres (esto ya puede que entre en la categoría de milagro).

Y quiero pediros algo que no es para mí. Espero que no os importe. Me gustaría que ayudarais a conseguir el sueño de convertirse en padres de unos buenos amigos que tienen madera de padrazos. Alejandra y Elías tienen que hacer nuevos amigos en 2014 :-)

Sé que os pido mucho pero yo prometo seguir siendo buena todo el año.

Atentamente,
Guadalupe

Feliz Noche de Reyes a todos. Y que SS.MM. os traigan eso que cada uno más ansíe.