sábado, 13 de diciembre de 2014

Nueva vida...

Me salté el final del verano.
Me salté el inicio del colegio de mi hija.
Me salté la divertida inadaptación escolar.

Yo me había mudado a mi barrio madrileño de toda la vida con la ilusión de que si algún día tenía hijos, se criaran jugando en mi parque y yendo a mi colegio, ese del que tengo tan buenos recuerdos y del que conservo a buenos amigos.

Llegó la hora de elegir cole y saqué los galones, desempolvé el libro de escolaridad de la EGB y mi peque consiguió entrar en mi cole de toda la vida. Septiembre y los siguientes 9 años iban a estar chupados.

Y entonces llegó septiembre y Papá 2.0 volvió un día a casa con una pregunta que hacernos.

Y así fue como todo empezó a tambalearse. Las cosas importantes empezaron a cobrar más sentido y el resto cayó por su propio peso, como las hojas del otoño.

Y así fue como dejé éste blog en stand by esperando a ver qué pasaba con nuestra vida.

La vida sigue, pero la vida cambia. Y éste cambio bien merece un nuevo escenario en el que contarlo, así que, si quieres saber más, vas a tener que seguir leyéndome aquí: