lunes, 23 de enero de 2012

El despertador 2.0 (24) - Megaupload y demás hierbas...

Ésta semana ha habido radio. Normalmente me puedo permitir el lujo de elegir el tema de la sección pero ésta semana no había mucha opción. El tema saltaba a la cara el día 19 de enero. Así que estaba claro. Megaupload. La palabra de moda.


Desde el día 19 he leído muchas opiniones, he oído muchas entrevistas, gente experta del mundo de Internet, juristas, del mundo de la cultura. Os dejo unas pocas (Enrique Dans, Arcadi Espada, Tomàs Delclós...) cada uno opinando lo suyo, porque en esto es muy difícil ser imparcial.

Aquí va mi opinión:

Que los detenidos amasaban sus fortunas a costa de negocios de dudosa legalidad, estoy convencida.
Que Megaupload almacenaba entre sus archivos un altísimo porcentaje de contenido con derechos de autor, estoy segura.
Que el FBI les ha pillado por eso y por otros muchos chanchullos, cierto. Bien hecho. Ahora les juzgarán los jueces, que para eso están.

Dicho esto también creo que el cierre de Megaupload ha sido un órdago que no soluciona nada, así que tampoco entiendo a los que creen que hay que dar una fiesta y que por fin se vuelve a la normalidad.

Los tiempos cambian. La tecnología ha dado un salto tremendo en las últimas dos décadas y lo que en algunos medios llaman "la industria" (que yo al pensar en eso siempre pienso en una fábrica con tuberías y tuercas y mucho curro y que en realidad se refieren a los señores con corbatas de productoras, discográficas y televisiones) se ha quedado estancada y tiene que subirse al tren... y no sé si es que no quieren porque les gusta más quejarse de lo bien que estaban antes o no se enteran.

Quiero poder ver una película o una serie cuando la estrenan, en VO si quiero, en pijama, en mi casa, en mi tele, a la hora que yo quiera... viva en Madrid o en un pueblo de Castellón. Eso, en el 2012 es posible. Se llama, además, difusión de la cultura. Bajo demanda.

No he dicho que quiera verla gratis.

Estoy un poco harta del topicazo de "El español lo quiere todo gratis"...

Yo ya pago una conexión ADSL, una plataforma de TV digital (que tiene mucho que evolucionar todavía), un canon... y no estaba registrada en Megaupload, pero me imagino que los 80€ que muchos pagaban los invertirían gustosos en poder ver o escuchar legalmente. Hay ya algunas plataformas que lo ofrecen (Filmin, para cine independiente, por ejemplo)

A éstas alturas de la película que no me digan que para qué queremos conexiones de fibra óptica de 50 megas... Señores de la industria ¿quieren que vuelva el módem de 56 kbps? No soy una delincuente.

Que detengan a quién tengan que detener. Que nadie gane dinero a costa del trabajo de otro.
El cierre de Megaupload vendrá seguido del cierre de otros sitios. También abrirán nuevas páginas... y mientras tanto sólo espero que productoras, discográficas y televisiones se suban al tren, que se reciclen, que amplíen la oferta online, que ajusten los precios y verán cómo el siglo XXI llega a sus industrias. Espero verlo... pronto.

Leo la noticia de El Mundo sobre los cines llenos el primer fin de semana tras el cierre de Megaupload y me da grimilla cómo manipulan los datos. Me ahorro decir nada porque Malaprensa ya lo ha dicho muy requetebién.

Para escuchar las sección del programa, aquí.

4 comentarios:

  1. no puedo estar más de acuerdo...

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  2. Hola, yo soy de Guadalajara México, aquí si tenemos un grave problema de piratería, las películas piratas se venden en cualquier lado y muchos buscamos la manera de ver las cosas gratis, y sin embargo no es porque no queramos pagar, es simplemente porque la situación económica no lo permite. La economía mejora para unos pocos que tienen el poder y obviamente esas personas quieren tener el control de la situación.
    El cierre de Megaupload sólo revela las ansias de poder y control que se tiene la oligarquía mundial. No es que los autores, dramaturgos o actores vayan a ganar más, ni siquiera significa que la cultura vaya a recibir un mayor apoyo, simplemente es una manera de seguir en el control. Bueno, esa es mi humilde opinión.

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  3. Cuando tanta gente ha probado algo gratis, tienen que hacer mucho más que cerrar Megaupload. También cerraron Napster, los servidores de eMule, los de Torrent y otras muchas cosas y todo siguió igual. Es como si quisieran prohibir caminar bajo la lluvia cerrando fábricas de paraguas: ni cerrando todas las del mundo la gente dejaría de hacerlo (hay chubasqueros, gorros impermeables, etc. etc. etc.).
    Hasta que no vayan a por los consumidores finales la peña no empezará a cortarse por aquello de las barbas de tu vecino. Y resulta evidente que el magnate de Megaupload, con su mansión, su helicóptero y su Cadillac rosa, no es vecino mío.
    Y no es que esté proponiendo que vayan a por el usuario fina. No. Porque mientras los legisladores (políticos al fin y al cabo) tengan su asiento pendiente de las papeletas, nunca jamás irán contra el ciudadano de a pie. Bendita democracia. Ni aunque yo se lo propusiera (que no lo estoy haciendo).
    Para mí la solución ya existe y no es única. Un ejemplo, las series de televisión. ¿Cuántas veces desayunaban en Médico de Familia en cada capítulo? Y todas ellas con amplio despliegue de primeras marcas sobre la mesa, con generosos primeros planos.
    Otro ejemplo, Torrente. ¿Cuántos famosos (y no famosos) están dispuestos a no cobrar o incluso pagar por tener una frase en una película? Lo siento por el gremio de los actores secundarios (más bien terciarios o cuaternarios, diría yo).
    Un ejemplo más, la radio-fórmula. ¿Alguien se imagina pagar por escuchar los 40 principales? Y todavía la SGAE quiere facturarte si la sintonizas en una boda (sin comentarios).
    Y tambien podemos mirar mucho más atrás en la historia. El modelo de negocio del arte y la cultura ha evolucionado enormemente. Los escritores de romances en la edad media también hacían cultura, no cobraban por ello y hacían por perseguir a los trovadores. ¿Qué hubiera sido de Miguel Ángel o de Mozart sin su correspondiente mecenas?
    En definitiva, creo que la vida no se detiene por el interés de unos pocos y el futuro ya está aquí. Y el que no se adapte se extinguirá como los dinosaurios o como los videoclubs, las cintas de música, el rollo de película fotográfica, las pizarras de tiza, etc. etc. etc.

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