jueves, 26 de abril de 2012

Los prescindibles del bebé...

Con motivo de la reciente adquisición de la silla del coche de la peque tuvimos la feliz idea de dedicar un sábado al infierno de los centros comerciales, por aquello de verlas y tocarlas. La conclusión fue que, en vista de que o no te atendía nadie y no daban información o no sabían responder a nuestras dudas, nos daba igual verlas y tocarlas y la íbamos a comprar por Internet. Y así fue. Consultamos la web de la OCU, el RACE y el RACC (que en realidad es lo más importante que uno tiene que saber) y nos decidimos por la Cybex Pallas 2 Fix comprada en Sillacochebebe.com. Y a día de hoy me siento como si hubiera estudiado un MBA sobre sillas... preguntad, preguntad...

Pero lo más importante es que me traje unos cuantos folletos del grosor de las páginas amarillas (todos ellos sin precios) de las tiendas de cosas de bebés, lo que me hizo reflexionar una vez más sobre la cantidad de chorradas que nos tratan de vender a los padres primerizos.

Así que, tras mi especial sobre "Los imprescindibles del bebé" aquí va la lista de las cosas que no he echado en falta o que han acabado en el trastero, que también. Voy pasando páginas y os cuento.

  • El móvil de la cuna con los ositos musicales que te obliga a hacer movimientos chunguísimos para sacar o meter a la peque de la cuna y que en alguna ocasión casi nos deja tuertos en plena noche. Nos lo prestaron y duró puesto dos semanas. La peque no necesitaba tanto entretenimiento. Se estimulaba la mar de bien con los dibujos de la cuna o con su muñeco sonajero.
  • Parque. Objeto infernal que ocupa media casa y que se tiene porque así no se te escapa el hijo y luego recoges metiendo todo dentro. La realidad es que luego sólo lo puedes usar durante unos meses y es como una cárcel. Y al final se escapan. Siempre los odié y no lo he necesitado.
  • Vigilabebés. Ya quisiera yo tener una casa lo suficientemente grande como para necesitar un cacharro de estos. Entre el "ala norte" y el "ala sur" de mi casa hay un tabique, así que con el oído de tísica que te da la maternidad, es imposible no enterarme de cada "gu" que hace, aunque sean las 3 de la madrugada. Y la cámara de visión nocturna tampoco la he echado de menos, aunque tiene que molar.
  • Andador. ¿Pero no estaban desaconsejados? El mejor, el que no se compra. Una cosa menos.
  • El asunto de la teta es delicado (además de verdad). Lo mío fue una relación breve pero aún así os diré que mi almohada de lactancia no me resultó nada práctica y mejor comprarla después, si acaso (yo la he usados después para apoyar a la peque cuando su problema de cadera), el sacaleches tampoco es una cosa que tenga una que comprarse antes y te lo pueden prestar o alquilar, aquí el estudio de que no pasa nada.
  • Esterilizador. Habiendo agua, jabón, lavavajillas y microondas, ya está la cosa bien limpia. Un cacharro menos. No lo he necesitado nunca.
  • El calientabiberones. Yo tengo un hervidor para hacerme mis infusiones que siempre tiene agua hervida, me parece otro cacharro que habiendo microondas o cazos para calentar el agua sólo sirve para ocupar espacio.
  • Robot de cocina. Si te quieres comprar la Thermomix no uses a tu hijo de excusa. Sinceramente, me gusta cocinar y no hace falta ningún cacharro de éstos para hacer sus purés.
Y seguro que me dejo más cosas... ¿Qué te ha sobrado a ti? ¿qué cacharro te compraste o te regalaron que nunca usaste?

jueves, 12 de abril de 2012

A las madres nos gusta la fruta pocha...

"A las madres nos gusta la fruta pocha". Ésta es una de esas frases de mi madre que antes me hacía reír y ahora me tiene consternada. Venía a cuento de cuando sus hijos nos tirábamos como buitres al frutero y la manzana arrugada se quedaba en el fondo para el que viniera detrás... y claro, se la acababa comiendo ella. Pero es aplicable a muchos aspectos de la vida.

El caso es que yo llevo poco más de un año en ésto de la maternidad y ya me sorprendo a veces con algunos comportamientos que antes no eran propios de mí. Y me viene a la cabeza la frase de mi madre. Tenía razón... ¡Ay señor!... Nota mental, las madres siempre tienen razón.

El otro día cobré. No es esa la noticia, ya sé que es una cosa que no pasa todos los días. Lo sé. Y menos ahora. El caso es que yo antes cobraba y siempre se me ocurría alguna chorrada que "necesitara". Y no sé si habrá sido por el bombardeo de la crisis y la prima de riesgo o por el asunto de mi transformación, el caso es que me fui a comprar unos zapatos y los zapatos acabaron siendo del número 18 y no del 39.



¿Qué más me deparará ésto? Ya os iré contando...

martes, 10 de abril de 2012

Los imprescindibles de un bebé...

Cuando te vas a casar o cuando vas a tener un hijo, llegan a tus manos un montón de catálogos y revistas, algunos de ellos tremendamente horteras, sobre TODO lo que necesitas para que TODO sea PERFECTO...

Supongo que si contratas a un equipo de estilistas y colaboradores, a una empresa de mundazas, si te mudas a una mansión en los Hamptons y si te toca el Euromillón, lo de las revistas tiene un pase. La realidad es que no hacen falta ni la mitad de la mitad de las cosas que te quieren vender cuando estás embarazada y tus hormonas controlan tu cerebro y tu cartera.

Ya escribí en su día sobre los preparativos en casa cuando iba a nacer la peque. Nosotros hicimos nuestro Excel de la compra y tratamos de seguirlo.

Un año después, habiendo conocido a muchas mamás y futuras mamás, sigo teniendo esa sensación de "a la gente se le va la cabeza". Se enteran de que van a ser padres y ya necesitan coche nuevo, casi casa nueva, decorador de interiores, dos roperos y todo tipo de cachibaches para la nueva criatura. Y alguno hasta me mira como si fuera una mala madre cuando les digo que yo según que cosas ni me planteé comprarlas, que se esperen un poco...

Para empezar, en las revistas y en los catálogos salen casas en las que parece que en realidad no vive ningún bebé y para terminar, la mitad de las cosas no sirven para nada.

Nosotros no es que seamos ratas, es que tampoco consideramos que hiciera falta más y, de hecho, unas cuantas cosas nos han sobrado, así que hoy me voy a centrar en las cosas que se nos han hecho indispensables en éste año de Alejandra... o cómo dirían en las revistas molonas, los "must have".

Nos alegramos infinito de haber tenido una minicuna (prestada - me la compraría, sin duda). La usamos desde que llegamos a casa hasta eso de los 5 meses. La llevábamos de la habitación al salón y allí aprendió a dormir como una campeona.

También nos damos besos por nuestra elección de cuna de Ikea. Bonita y barata y con su colchón de látex (que casi costaba más que la cuna). Se va feliz de la vida a dormir en ella desde que dejó la minicuna. Muchas cunas de marcas maravillosas son peores y muchísimo más caras.

(Edito, me olvidé de la trona). Compramos dos tronas, una de Ikea para casa de la Abuela 2.0 y otra Stokke para casa (en ésta lo mismo sí que acaba estudiando un MBA). Lo mejor de las dos es que ocupan poco espacio y no tienen bandeja así que desde pequeña se está acostumbrando a compartir espacio en la mesa.

Una cómoda con un cambiador encima. Mueble super práctico que el día de mañana seguirá siendo un mueble práctico y no los cambiadores que luego acaban en el trastero.


Lo del mobiliario es un tema para tratar detenidamente... ¿realmente quién se cree que sus hijos acabarán estudiando oposiciones a Inspector de Hacienda en el mueble convertible ese que te venden a una talegada y que te dicen que amortizarás porque lo usará toda la vida?... es un armatoste y los niños crecen muy rápido. Hoy compras muebles con ositos y en 3 años te suelta la criatura que su cuarto es muy hortera. Que los niños de hoy en día están muy espabilados.

Con la bañera lo mismo. Mi casa está reformada y no tiene bañera. Compramos una con patas que se pliega y que en breve ya usará en el plato de ducha porque se empieza a querer poner de pie. Un éxito poder plegarla y meterla en cualquier sitio sin que te invada media casa.

Luego está el tema del carrito y la silla. Si viajas en coche es imprescindible. Aquí están los gustos, los colores y el presupuesto de cada uno. Nosotros contentos con el nuestro, se pliega bien, ocupa lo normal, entra en todas partes, se adapta al coche (por ahora) y la peque va cómoda. Pero... cuando tuvo que llevar el Calzón de Frejka por su problema de cadera no pudimos usarlo. Los coches nuevos no se quedan rectos al bajar el respaldo (hacen un ángulo más o menos obtuso). Eso es algo en lo que ahora sí que me fijo.

Por lo demás no podríamos vivir sin nuestro lavavajillas, que todo lo esteriliza, sin el hervidor de agua (que ahora hace más biberones que tés), sin la olla a presión que todo lo cuece, sin el microondas que todo lo calienta.

Me quedan sus cosas propiamente dichas... ropa, juguetes. Todavía no me explico cómo se ha podido juntar con tanto cachibache en sólo un año. Al principio tenía tanta ropa de recién nacida que me estresaba mucho pensando que no iba a llegar a estrenarle los modelitos y se le iban a quedar pequeños. Realmente necesita poca cosa, cada estación ir adaptándole la talla a la temperatura y poner la lavadora, eso sí... supongo que según vaya creciendo estropeará más la ropa y le durará menos.

Y los juguetes. Pues he decidido poner como tienen en los aeropuertos para saber si puedes embarcar la maleta como equipaje de mano. Todo lo que no quepa por el hueco no entra en casa. Hago un llamamiento a los fabricantes de juguetes. Está la vida muy achuchada y el metro cuadrado muy caro. Hagan cosas pequeñas. Por eso yo sólo le compro libros :-)

En definitiva... llego yo a tener uno de los difuntos "cheque bebé" y hago maravillas. Hay que mantener la calma. Un hijo es la mayor alegría del mundo pero tampoco hay que volverse loco.

Me quedan en post de los "pequetrastos" inservibles...

¿Cuáles son vuestras grandes adquisiciones para el recién llegado?

miércoles, 4 de abril de 2012

Los valores de la tribu...

Me voy a poner seria. Ando preocupada.

El lunes, como prometimos, pintamos el día de azul para dar visibilidad al autismo. Un pequeño granito de arena, hablar del tema, tuitearlo, hablar en la radio, poner unos globos en la ventana...


Eso me hizo pensar en todos los padres de peques con autismo o con algún otro problema que viven su vida tratando de encontrar la normalidad y sacando tiempo para luchar sus batallas no un día, sino todos.

Y ando preocupada.

La mayor batalla que tiene que librar cualquier padre creo que es proteger a sus hijos, ayudarles a lograr su felicidad y educarles. Educarles no sólo para que sepan dónde está el Danubio o que "todos los verbos que terminan en -bir se escriben con b excepto hervir, servir y vivir", educarles en eso que parece que suena rancio que son los valores.

Quiero que mi peque crezca sabiendo valorar lo que tiene, que sea buena, que sea tolerante, solidaria, que sea honesta... Conozco a mucha gente que, por encima de todo, se preocupa por las notas que sacan sus hijos. Conozco a muchos de esos hijos que han sido educados en el "sobresaliente". Yo siempre he pensado que prefiero el notable o el bien si mi hija saca buenas notas en Inteligencia emocional y social... muchos no parecen saber lo que es.

Pero en realidad lo que me tiene con la cabeza reconcomida es qué pasa con la tribu. Cómo hacer que la tribu que rodee a mi hija, que también educan, sigan ese mismo camino. La lucha también es estar atenta a que si en su camino se cruza alguien que no tenga esos valores ella sea capaz de elegir el buen camino...

Al fin y al cabo lo mejor que podemos hacer todos los padres para cambiar el mundo es educar a las próximas generaciones para que se erradiquen la incomprensión y la intolerancia... entre tantas cosas.

Me gustaría pensar que no he descubierto la pólvora... que esto es algo que a todos nos preocupa y nos ocupa.

Mi peque tiene un año. Acabamos de empezar... ¿cómo lleváis vosotros a vuestras tribus?