sábado, 30 de agosto de 2014

El adelantado Don Elías...

El verano es época de grandes aventuras y práctica de deportes de riesgo. A unos les da por el submarinismo, la escalada, el rafting... y a los padres más descerebrados les da por la "operación pañal" o por felices ideas como aprovechar las vacaciones para que sus hijos empiecen a dormir juntos.

A nosotros nos va la marcha.

El pequeño Elías ya no cabía en su minicuna prestada. El muy malvado se dedicaba a dar vueltas como un reloj y a quedarse atascado a las y cuarto y a las menos cuarto... y estaba pidiendo a gritos (sobre todo en mitad de la noche) independizarse.

Ante el entusiasmo de su hermana mayor por compartir habitación y en vista de que mini E ya no pide de comer en mitad de la noche, nos decidimos a montar la cuna grande.

 

Todo parecía una gran idea. Lo teníamos todo planeado. Todo armonía y colores pastel en nuestra imaginación...


La primera noche la habitación fue una fiesta durante varias horas. Risas de una y de otro como si aquello no fuera con dormir. Al final acabaron cayendo.

Luego me tocó enfrentarme a mí al momento separación de entrar en mi habitación y no ver a mi bolinche dormidito. Sé que me quedan muchas etapas que vivir, pero está claro que la del "recién nacido" ya pasó, y se me ha hecho muy corto.

Nos despertamos sin interrupciones a eso de las 8 de la mañana. La cosa parecía un éxito. O un espejismo...

La hermana mayor en su afán de ejercer de hermana mayor no pierde la oportunidad de cantarle nanas, entretenerle haciendo números de marionetas o piruetas en la cama...

Así que los acostamos en silencio y al rato no puedo evitar reírme recordando este número de mis adorados Les Luthiers...



 

Y así seguimos... viendo que se nos acaba el verano y que o les acostamos por etapas y haciendo malabares o las noches son un festival y las siestas han quedado en el olvido.

Trato de tomármelo con humor, pero es que hay días en que tengo tentaciones de entrar en idealista... y yo no quiero mudarme... confío en que si dormían bien por separado vuelvan a hacerlo estando juntos cuando llegue el fresquito, la persiana bajada... no sé...

¿Cuál es vuestra experiencia? Dadme ánimos...

2 comentarios:

  1. Yo los acuesto por etapas: Unai una media hora antes que Eneko, casi siempre le da tiempo a dormirse para cuando le toca ir al mayor. Pero cuando uno madruga, el otro le sigue, eso no hay quien nos lo quite...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nosotros estamos haciendo eso ahora o es una fiesta... El momento de acostarse no es problema, pero se levantan que parece un festival... cuando no es uno es la otra y afortunadamente se divierten, pero estábamos muy bien acostumbrados y dormían más por separado. Espero que con los horarios del cole y el fresquito otoñal la cosa vaya mejorando ;-)

      Eliminar