El tercer grado de Alejandra...

El día 2 de diciembre Alejandra tenía cita con el traumatólogo infantil. A las 8 semanas y 1 día de llevar puesto su pañal de abducción. 8 semanas, y no 10, porque fue cuando me dieron la cita y porque, aunque yo a su enfermera se lo dije, ella me dijo que estaba bien, que además el médico se iba de vacaciones.

Y entonces llegamos a la consulta y el médico me dice: "¿Por qué vienen a las 8 semanas si les dije 10? ¿Por la ansiedad de la madre?".

Y yo queriendo soltarle toda una serie de improperios, por su salida de tono, por su bordería, por su machismo... pero consciente de que le iba a tener que volver a ver sólo acerté a decirle... "Porque es cuando su enfermera nos dio la cita, aunque yo se lo avisé".

El caso es que le manda otra radiografía y que volvamos a consulta. Ésta vez entré yo con ella al hacerle la placa, y ésta vez (que la anterior no) le pusieron un plomo en el abdomen. Si hay una próxima placa pediré otra protección para el cuello. Sé que no hay que tenerle miedo, pero si se puede uno proteger mejor.

Y como se ve que ya tiene las caderas a la misma altura nos dice el traumatólogo simpático que la peque ya no tiene que llevar las 24 horas el pañal de Frejka y que se lo pongamos sólo de noche para dormir durante otras 6 semanas. Lo llamamos "su tercer grado".

Ahora toca hacer ejercicio con ella, jugando, siguiendo los consejos de su madrina y fisio, para que vuelva a darse la vuelta, gire la cintura y aprenda a sentarse. Ha estado dos meses "hecha un tronco" y tiene que ponerse al día.

Así que ya la tenemos, paseando en su carro, sentándose en su trona a comer y jugar, pudiendo ir en la silla del coche, poniéndose vestidos, achuchándola como locos... y agotada de las horas que nos pasamos con ella haciendo la croqueta...

Muy contentos :-)

¡Qué diferente se ve el mundo cuando te puedes sentar!